4 de diciembre de 2025

The Forsytes: nueva versión, viejas pasiones

He visto la primer temporada de esta nueva adaptación de la famosa saga, me pregunto: ¿Puede The Forsytes seguir sorprendiendo en 2025? Con los primeros capítulos me convencí de que la respuesta es un tanto tibia: sí, hay belleza, drama, conflictos que siguen funcionando, pero también hay decisiones que obligan a resignar partes de lo que hizo grande a los libros.

La nueva serie es hermosa visualmente. Pero no es “la” saga de Galsworthy: es una re-interpretación moderna con luces y sombras. Y creo que vale la pena recorrer lo bueno, lo cuestionable, y por qué para algunos los lectores de la saga, la adaptación será un éxito y para otros una serie desabrida.

Un poco de historia: qué son los libros y por qué importan

The Forsyte Saga es en realidad una serie de tres novelas —publicadas entre 1906 y 1921— más dos interludios. Con ellas, Galsworthy construyó un retrato generacional de una familia de “nuevos ricos” ingleses, obsesionada con la propiedad, el estatus, la estabilidad, marcada por las tensiones entre deber, deseo, tradición y modernidad. 
Los personajes centrales —como Soames Forsyte, Jolyon Forsyte Jr., Irene Heron — representan distintos modos de concebir el mundo: la propiedad frente al amor, el conservadurismo frente a los actos de libertad, lo seguro contra lo incierto. Esa tensión entre lo moral y lo social, fue la columna vertebral de la novela. 
A lo largo de los años, la saga fue adaptada varias veces: la versión clásica en blanco y negro de 1967, la más conocida de 2002, etc. En ese sentido, esta nueva versión llega con la carga de expectativas, nostalgia y con el riesgo inevitable de reinterpretar lo que en la novela era muy específico de su época.

Qué ofrece: lo que me convenció

Si estás viendo esta nueva versión y te gusta el “costume-drama”, hay varios elementos que claramente están pensados para maravillarnos:

- Una producción visual cuidada: vestuario, escenografía, ambientación. El lujo, los salones, el estilo victoriano tardío: todo funciona. Esa mezcla entre lo elegante, lo cerrado, lo tradicional, pero también la opresión de los valores familiares. 

- Personajes que empiezan a “respirar”: la serie le da un peso mucho mayor a los personajes femeninos que la novela. Según la adaptadora, Debbie Horsfield, la idea fue "redress the balance" (dar más voz a las mujeres) — sin eliminar a los hombres. 

Esto implica que personajes secundarios o menos “centrales” en las novelas podrían tener ahora líneas más visibles, conflictos propios y algo más de agencia. Para quienes leemos con perspectiva contemporánea, puede ser una oportunidad valiosa de re-lanzar la saga bajo otra mirada.

- Drama, romance, tensión, secretos familiares con excelente ritmo para enganchar desde el piloto. Las peleas por la herencia, las diferencias de clase dentro de una familia adinerada, los amores prohibidos, los triángulos amorosos, las disputas de poder, está todo ahí. Si te gustan las sagas familiares ambientadas en épocas pasadas, esta versión tiene condimentos mas que suficientes para atraparte. 

- Atractivo para nuevas generaciones: la serie funciona como puerta de entrada para quienes no conocían los libros ni las adaptaciones anteriores. Así que, sin nostalgia o comparaciones previas, puede disfrutarse como un melodrama histórico con estética moderna. 

Pero también hay sacrificios: Lo que no me convenció

La adaptación no elude los cambios, y algunos son bastante grandes. Si leíste los libros y esperás fidelidad, prepárate para las decepciones:

- No es una adaptación “fiel”: los responsables reconocen desde el inicio que no iban a hacer un “copy-paste” de las novelas, sino reinterpretarlas. Así, la estructura, el enfoque narrativo y el peso de ciertos personajes cambian. Por ejemplo: en esta versión el conflicto inicial familiar se reconfigura, se mueven casas, se reorganizan relaciones, lo que altera la dinámica original. 

- Algunos cambios molestos al espíritu original: se advierte enseguida que detrás del barniz de la producción, las buenas locaciones, los buenos actores, el esplendor visual, hay un guion que a veces “suena falso”: diálogos modernos, maneras de actuar que se sienten poco “del siglo XIX”, y una sobreexposición de la sensualidad y el drama que parece más “soap opera” que “drama literario”. 

- Riesgo de diluir los matices morales: parte de la grandeza de los libros de Galsworthy era su sutileza: personajes complejos, ninguno completamente bueno o malo, decisiones ambiguas, ambivalencias emocionales. En esta versión, por la necesidad de condensar tramas y generar tensión rápida, la serie parece inclinarse más hacia los contrastes claros (víctimas, traiciones, pasiones intensas) lo que podría simplificar la riqueza moral original. 

- Ritmo y tono contemporáneos más que históricos: el “glamour victoriano” suena más a reinterpretación moderna del glamour (un poco entre Downton Abbey y Bridgerton) que a una recreación histórica fiel. Las tensiones, los conflictos, los debates morales se ajustan para el público moderno, lo que puede chocar con quienes buscan autenticidad histórica. 

Por eso, creo que la serie va a dividir mucho: habrá quienes la amen como un drama elegante, romántico con conflictos intensos, y quienes la critiquen por “modernizar” la novela original.

Mi mirada personal después de los primeros capítulos

Yo estoy en un punto intermedio, con la saga que leí, y lo que me gustan las series de época (reconozco que, en parte para el nuevo público, se deben modernizar) . Me gusta lo que están intentando: visibilizar voces femeninas, actualizar algunas tensiones de clase y género, hacer que la saga hable también al siglo XXI. Pero extraño la sutileza de Galsworthy con sus personajes moralmente ambiguos, con un lirismo sutil que no necesita grandes trucos para calar hondo.
Si viera The Forsytes sin haber leído la saga, probablemente me hubiera gustado más. Aceptaría con mejor ganas sus romances, traiciones, secretos, su escenografía y la tensión familiar. Pero como lector de los libros, siento que pierde algo esencial: esa ambivalencia en las personajes que te hace dudar, reflexionar, mirar con timidez y con juicio crítico al mismo tiempo.

En resumen, The Forsytes es una apuesta ambiciosa: una reinterpretación contemporánea de una saga clásica, con paisajes deslumbrantes, diseño de producción muy cuidado, conflictos de época replanteados y una sensibilidad más moderna, especialmente hacia los personajes femeninos.
Funciona muy bien como drama familiar, romántico, lleno de pasiones y traiciones. Pero si lo que buscás es la profundidad moral de Galsworthy, vas a extrañar los matices, y hasta los pliegues de sus personajes.

Espero que si tienen oportunidad de verla, me comenten sus impresiones. Saludos, y hasta la próxima!

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